Abrumados con la digitalización
A través de la historia el hombre ha sufrido diversos cambios tanto en su forma de vida como en los instrumentos de los que se vale para hacer más fácil la misma, lo que identificamos con el nombre tecnología. Desde cosas tan elementales como lo fue el descubrimiento del fuego, la creación de la rueda o la creación de la escritura, hasta verdaderas innovaciones contemporáneas como los son el internet y la digitalización de señales, entre otros.
Pero en realidad que tanto comprendemos acerca de este concepto que gira en torno de una conversión de lo analógico a lo digital, lo cual interviene no sólo en aspectos técnicos de la comunicación, sino también en prácticos, como lo es la digitalización de libros. Además de ser un proceso en el que tarde o temprano todos nos internaremos.
De la misma manera que se presentó el proceso de acostumbrarse al uso de la escritura en lugar de las grafías usadas por culturas prehispánicas, como la azteca, maya o egipcia; la expansión del soporte digital del lenguaje se trata de un proceso de adecuación y complemento para el soporte analógico.
Siendo la transformación más compleja, por diversos aspectos, aquella que conlleva el texto obtenidos de los libros a documentos contenidos en la memoria del disco dura de una computadora y visibles a través de una pantalla.
El tiempo pasa y la tecnología nos rebasa, de tal forma que lo que hace veinte años parecía inconcebible, hoy en día es parte fundamental de nuestra realidad. Representado por el uso desmedido que hacemos del internet, ya sea con un fin educativo, social o distractor; donde si bien se logra diversidad cultural y la creación de lazos entre personas con los mismo intereses aun cuando se hallen distantes, también existe el riesgo de estar cimentando las bases de una sociedad individualista y falta de interacción cara a cara.
Tomando en cuenta tanto los beneficios como las consecuencias que representa un avance tecnológico como lo es el internet, el cual no debe ser satanizado ni glorificado; debemos estar consientes de la responsabilidad que conlleva su uso. Logrando complementar los instrumentos que ya se tiene, como lo es el libro, sin permitir sustituirlos completamente, sencillamente, por ofrecer diferentes beneficios.
Sin embargo, cabe señalar que una con todos los avances tecnológicos hay herramientas indispensables en la vida del hombre, y una de estas es el libro, quien a pesar de la digitalización de sus textos, siempre tendrá un lugar importante en la vida de académicos, intelectuales, estudiantes y uno que otro bibliófilo, que considere más importante la interacción con el material, la sensación que le provoca el tocar cada una de sus hojas y hasta el hecho de aspirar el aroma por estos desprendido.

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