viernes, 7 de mayo de 2010
Control 10
La importancia que tiene conocer el proceso de producción y edición de los libros, es comparable a la trascendencia que tiene que cualquier consumidor de éste tenga conocimiento de las partes en que se halla conformado. Desde las nociones básicas para poder identificar la portada, el lomo, la contra portada, hasta manejar aquellos conocimientos que si bien no son completamente necesarios pueden resultar útiles para una buena aprovechamiento del material.
Por lo que considero necesario hacer aunque sea una mínima referencia a las partes de mayor relevancia, las cuales son:
• Cubierta o primera de forros: en ella debe indicarse el nombre del autor, título y subtítulo de la obra, número de volumen o tomo, nombre de la obra completa de la que forma parte el libro (si es el caso) y de la editorial.
• Segunda de forros o reiteración de portada: Por lo general va en blanco, aunque a veces se usa para anunciar otras obras del autor.
• Paginas falsas: Son las páginas 1 y 2, por lo general van en blanco
• Falsa portada: es la página 3 y por lo general sólo lleva el título del libro.
• Contraportada: es la página 4, suele aparecer en blanco
• Portada: Es la página 5, debe contener los siguientes datos: nombre del autor, título completo de la obra, y subtítulo, nombre y logotipo de la editorial, lugar donde la editorial se haya establecida.
• Página legal: se imprimen todos los datos que por ley debe llevar un libro: propietario de los derechos de autor, fecha de publicación, nombre y domicilio de la editorial, números del ISBN. Si se desea suprimir el colofón, la página legal debe incluir los datos del impresor y el número de ejemplares del tiro.
• Dedicatoria o epígrafe: es la página 7, si sólo ocupan una página, la página 8 aparecerá en blanco a fin de que el texto comience en página impar.
• Índice general, contenido o tabla de materias: lista de las partes, capítulos y demás subdivisiones del libro.
• Texto: Es el cuerpo escrito del libro, incluye ilustraciones, tablas, etc.
Colofón: debe incluir los datos y la dirección del impresor, fecha en que termino de imprimirse la obra, el número de ejemplares.
• Tercera de forros o reiteración de contraportada: generalmente se deja en blanco, pero algunas editoriales ocupan este espacio con fines publicitarios
• Cuarta de forros o contraportada: la mayoría de las editoriales acostumbran ofrecer aquí una breve presentación del libro, el curriculum del autor o las críticas que ha merecido la obra.
De forma tal que, dando a conocer dichos términos, y con ello aclarando varias de las confusiones que como lectores acostumbramos tener; es posible tomar conciencia de cómo la presentación de un libro esta conformada más allá del texto. Es contenido, papel, tipografía y miles de detalles que deben ser atentamente cuidados para a si poder brindar a los lectores un libro del cual poder ampliamente disfrutar.
jueves, 29 de abril de 2010
Control 13
¿Cuántas veces hemos sido parte o víctimas de la promoción de un libro? ¿Cuántos de nuestros libros no han sido adquiridos gracias una idea creativa que exitosamente fue generada en torno al manuscrito? ¿Cada cuanto al adquirir un libro nos dedicamos a reflexionar sobre la publicidad y promoción en torno a este?
La promoción editorial, es la encargada de dar a conocer el libro y hacer que la gente sienta el deseo de comprarlo, la necesidad de poseerlo, para lo que es necesario llevar a cabo diversos métodos, de los cuales el principal es el desarrollo de una idea publicitaria, la cual debe ser diferente para cada libro, y que puede ser realizada por el editor o bien por un publicista.
Aun cuando dicha promoción, debe responder a las diferentes características de cada libro, existen elementos que deben ser tomados en cuenta para promocionar cualquier publicación. Los cuales son: el forro del libro, ejemplares obsequio para reseñas en periódicos y revistas, presentaciones, anuncios entre librerías, visitas de vendedores a librerías y/o escuelas, así como algún tipo de publicidad impresa.
Atracción visual obtenida por el diseño del libro; reseñas, columnas, o cualquier publicación referente a ellos en los medios de comunicación; recomendaciones que parte de argumentos y opiniones, supuestamente, fiables (en su mayoría de expertos en el tema o de líderes de opinión) acerca del contenido de éste; catálogos comerciales y/o avisos de temporada; aunada a esto nunca debe dejarse de lado la promoción personal, dada por la visita de los vendedores a sus nichos de venta.
En cuanto a la publicidad se refiere, uno de los principales elementos y por lo tanto de mayor trascendencia son los espacios publicitarios comprados en periódicos, revistas para dicha promoción, más cabe señalar que estos no son aplicables o bien no causaran los mismo resultados en todas las publicaciones, su eficacia se da principalmente en los considerados best –sellers y no así en los libros de texto de disciplinas especificas.
De igual trascendencia resultan los carteles y las exposiciones. En los primeros que se reproduce la portada del libro o el folleto promocional, y estos a su vez son enviados a las librerías y fijados en otros sitios, de forma tal que se posicionen las publicaciones y con ello se mantengan en el consiente del público. Las segundas, son necesarias para mediante un evento puedan ser promocionados y dados a conocer mayor cantidad de libros pertenecientes a la editorial a un menor costo, como son los casos de las Feria de Libros de nuestro país; siendo, entre otras, las mas reconocidas la de Guadalajara y la de Minería.
Así mismo, existen muchos otros medios o formas de publicitar un libro y esta debe ser determinada no sólo por el capital con el que se cuente para cubrir este rubro sino también según los interese tanto de la editorial como del autor para darlo a conocer; a demás de que siempre debe ser tomado en cuanta uno de los elementos más importante el público al que se busca llegar, ya que sin esto ninguna publicidad resultados buenos tendrá.
Control 14
Las nuevas tecnologías, como ya se ha mencionado anteriormente, han provocado cambio en todos los procesos de creación del libro y la edición, no es la excepción, de forma tal que ha tenido que ser replanteada la labor editorial. De forma tal que desde hace unos años, con el desarrollo de tecnologías digitales e informáticas, los nuevos soportes amenazan con protagonizar la edición en papel, del mismo modo que en la transmisión de conocimiento se ha desplazado, mas no por completo, a los libros para preponderar la internet, Google en especial.
Dichas modificaciones, conllevan una problemática que va más allá de la sustitución o dominio de uno y otro soporte, sino adaptarse a la nueva forma de pensamiento, es decir, no sólo convertir un libro en digital sino concebirlo de este modo, son sus propias reglas, lenguajes, y herramientas.
Con los nuevos soportes y a si mismo nuevas plataformas se tiene la posibilidad de que cualquier usuario de la red y de las tecnologías informáticas, se convierta en autogenerado de contenidos y a su vez autoeditor, que supondría la suplantación del editor como tal. Sin embargo, y a diferencia de otros eslabones en la creación del libro, esto no resulta del todo cierto ya que el editor, pese a ser reducido en algunas de sus labores, sigue jugando un papel fundamental en la selección y elaboración de catálogos, partiendo de su criterio y vocación estética particular; así como la constante mediación que realiza entre el autor y el lector; mas éste se debe adaptar al nuevo escenario y a los nuevos procesos de producción.
A su vez, la forma de consumir dichos contenidos será modificada, las audiencias pasivas se convertirán en co-productores activos de los libros mediante sus comentarios y el enriquecimiento proporcionado por el feedback, volviéndose de esta forma productores de los contenidos que consumen.
Mas el problema real yace en cómo convertir o atestar a los libros de una competencia eficaz frente a otros contenidos, que se encuentran en Internet, en los que interactúan texto, imagen y sonido, es decir, enfrentándose a multimediáticos de los cuales el libro no acostumbra hacer uso.
Por otra parte, el uso de estas nuevas tecnologías para los libros conllevara no sólo nuevas formas de leer (consumir) sino de comercializar (negociar), como lo son la venta directa o sindicada, por suscripción, venta de contenidos fragmentados, Pay Per View, por licencia, por publicidad, entre otro modelos, los cuales en su totalidad partirán de la red.
Ante lo que cabe señalar, que si bien la forma de consumir los contenidos será modificada también puede ser así con la cadena de valor de este, su diseño y su intermediación. ¿De forma tal que nos habríamos de cuestionar que se está de todas las modificaciones que implica esta digitalización, que nos invade? ¿Se ésta preparados para ella, o simplemente se da sin la concientización de todos los que de los libros nos aprovechamos?
viernes, 23 de abril de 2010
Control 11
Simplificando producción de los libros
La producción de libros es una actividad que lleva siglos realizándose, y si bien no ha sido modificada en su escénica, el paso del tiempo y la generación de nuevas tecnologías han traído consigo modificaciones técnicas en su proceso. De modo tal que tanto la composición, la impresión y la encuadernación de los libros han sufrido modificaciones en cuanto al uso de tecnologías se refiere.
De la composición manual, a la parciamente mecánica, de ésta a la monotipia, para más tarde dar pasó a la linotipia y a la fotocomposición, para hoy en día hacer uso de la composición digital. Así mismo, la impresión de libros ha presentado transformaciones en su proceso, evolucionando de la aplicación de tinta en presa palan de tipos metálicos, hasta la actual impresión por medios digitales.
Pero dicho progreso también es identificable en el proceso de encuadernación, en el cual se ha dejado de lado el procedimiento de dobles, ordenamiento, y sujeción manual de las hojas impresas dando lugar a la intervención de la maquinaria especializada, en la cual la mano humana hace un acto de presencia y ayuda de ser necesario.
De tal forma que podemos percatarnos como la creación de nuevas tecnologías representa un beneficio para todos y cada uno de los aspectos de la vida, desde la de los hogares y sociedad en general, hasta en los económicos partiendo de las industrias, ejemplo de ello es la industria editorial, sin importar el tamaño o trascendencia de ella.
Es así, que hoy en día un proceso que tardaba semanas en realizar, esta simplificado en un día y con la producción de grandes tirajes de dichas publicaciones, más cabe resaltar que para algunos no son comparables las producciones actuales, presentadas en serie, con aquellas realizadas de forma manual y ciertamente con un toque personal. Es por ello que es necesario cuestionarnos ¿Qué tan beneficiados resultamos con dicha simplificación de la producción o es qué acaso resultamos perjudicados con ella?
lunes, 12 de abril de 2010
Control 12
Dándole vida al libro
Muchos dicen que la vida y el auge de un libro no llega hasta que no es publicado, otros tantos creen que esto no es posible mientras no sea vendido y distribuido; mientras que otros tantos creemos, que no es posible hablar de la vida útil de un libro si este no ha sido leído. Más es necesario señalar que dichas actividades cuentan con una relación intrínseca, en la cual no es posible extraer una y mantenerse en el proceso. Es decir todas son importantes para la conformación del libro.
Ahora bien los libros, como toda materia de comercialización, experimentan el proceso económico de cualquier producto, esto es producción, distribución y consumo; siendo el último aspecto, el consumo, la venta, la comercialización o como se quiera referir a éste; el que en esta entrega resulta de nuestro interés.
Estamos acostumbrados a adquirir la mayoría de nuestros libros mediante la intervención de las librerías entre nosotros y las editoriales; grandes o pequeñas, reconocidas u olvidadas, de gran y novedosa arquitectura o pequeños locales de gran historia, ubicados en el centro histórico o bien en otras colonias de gran tradición en el Distrito Federal. Es así que estamos acostumbrados a acudir a ellas para la adquisición de cualquier libro que satisfaga nuestras necesidades intelectuales y de ocio.
Así también, normalmente llevamos a cabo la compra de libros sin intermediarios acudiendo a los almacenes o librerías propias de las editoriales, como lo es las pertenecientes al Fondo de Cultura Económica, a la Porrúa o bien de diversas instituciones educativas como la Universidad Nacional Autónoma de México.
Sin embargo al adquirir los libros, sin importar el tema o la editorial de la que provengan, nunca reflexionamos acerca de todo el proceso por el que estos han pasado, de las dificultades a las que se enfrentan (como lo son las diferencias idiomáticas presentes principalmente en los libros exportados); en ocasiones ni siquiera somos consientes si es una publicación que contó con promoción o simplemente fue lanzada sin mayor trascendencia al mercado.
Es por ello que cada momento que adquiramos un libro, sería bueno hacer un recuento por medio de sus diversos registros de la historia que ya han escritor estos desde el momento de su producción e intentar imaginar aquella que está por escribir, siempre y cuando exista un individuo con suficiente sed de conocimiento como para poder aprovechar al máximo su contenido.
lunes, 15 de marzo de 2010
Control 9
La creación de un libro es el resultado de las aportaciones de distintos expertos que van desde el autor, el editor, el corrector de estilo, el diseñador, hasta el impresor y las cuales se encuentran basadas principalmente en la creatividad, imaginación, perfección, revisión y técnica especializada en cada una de las tareas realizadas.
Mas ahora es momento de profundizar en el trabajo de aquel profesional dedicado al diseño del libro, el diseñador. Es decir, la persona que se encarga de determinar las características del libro entre las que se encuentran la medida de la pagina, el tipo y tamaño de letra, la ubicación de el texto en la página, las medidas de márgenes, el interlineado, la colocación de títulos de capítulos y números de páginas, así como el tipo de encuadernación y cubierta.
Dichos detalles, que en ocasione resultan insignificantes para los lectores que acostumbran fijar su atención en el tipo de texto o narración por el cual mostrar interés, así como el escritor responsable de la obra; resultan determinantes para el resultado final, para la concepción total de una obra literaria o mejor dicho bibliográfica.
Grandes, chicos, medianos; cartulinas, mates, brillantes: 1.0, 1.5, exacto o múltiple; centrado, justificado, alineado a la izquierda o derecha; engrapados o con costuras; pasta dura o suave; de tela o papel. Las precisiones son diversas, sin embargo resultan necesarias para proporcionar al lector un buen material de lectura, del cual poder disfrutar al máximo.
Pero la labor del diseñador no se limita a dichas especificaciones, éste debe ir más allá. Es su tarea tener en cuenta el equilibrio del tema, el atractivo artístico del libro para con el lector, evitando a toda costa perder la esencia del texto, así como tomar en cuenta la cuestión económica de la editorial, que determinara el gasto que puede realizarse y con ello la viabilidad de la impresión a hacer.
Aunado a esto, el diseñador requiere hacer uso de su talento creativo para la construcción de la portada del libro, de aquella parte que debe contener todos los elementos necesarios para enamorar, atraer o bien crear curiosidad en el consumidor. Letras especiales, orden específico, ilustraciones extraordinarias y materiales acordes a lo que la escencia del texto busca infundir, son los elementos necesarios para la obtención y surgimiento de una obra.
lunes, 8 de marzo de 2010
Control 8
¿Lealtad o traición a nuestro lenguaje?
Es por todos sabido que, las lenguas y los idiomas son y han sido modificados conforme se ha presentado la evolución del hombre y de las sociedades, en el que éste se desarrolla. A tal grado que la fusión entre dichas formas de comunicación se ha vuelto un suceso inevitable, ejemplo de ello tenemos el denominado spaninglish instaurado por los habitantes latinos, con residencia en diferentes ciudades de Estados Unidos.
Sin embargo, hoy en día es muy común escuchar y más aun usar palabras como satandar, valet parkink, chat, software, coffe, pic (picture); lo que hace evidente el dominio de los denominados anglicismos (prestamos lingüísticos del inglés) en diversos aplicaciones del nuestro idioma, el español.
Si bien es cierto que no podemos resistirnos a la movilidad de las lenguas, y por lo tanto a los desplazamientos semánticos y sintácticos de los vocablos; también lo es que abusamos, tanto en México como en otros países cuyo idioma proviene de las lenguas romances, del uso de anglicismos innecesarios o bien de los cuales se tiene una gran gama de posibilidades a usar en español.
Lo anterior se debe principalmente a que se tiene la creencia de que mediante el uso de éstos es posible adquirir un valor de pertenencia o bien lograr mitigar el complejo de inferioridad que la ideología dominante nos ha querido implementar. Por lo que se puede considerar el dominio de la lengua como un punto más a favor del dominio de los poderosos. Aun que se debe estar consciente que siempre se mantendrá arraigada la variedad lingüística que permite distinguir la diversidad entre individuos y sociedades.
Es así, y sin pretender ser extremista, que resulta necesario observar, reflexionar y cuestionarnos acerca de qué papel representamos en la defensa de nuestro idioma, o bien en la contribución de la perdida y uso inadecuado de lo vasto que resulta éste.
